Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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1688
Legislatura: 1901-1902 (Cortes de 1901 a 1903)
Sesión: 19 de julio de 1901
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 33, 753-754
Tema: Actitud del Gobierno ante las aspiraciones de los Diputados catalanistas

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Voy a contestar muy brevemente, porque deseo que este debate con nuestros compatriotas los catalanes acabe en paz, como conviene a todos, y muy especialmente a la misma Cataluña, y deseo que acabe en paz, porque tengo mucha confianza y gran esperanza en los sentimientos de españolismo de la inmensa mayoría de los catalanes, y creo que han de influir sobre los que están más o menos extraviados para hacerles entrar en el camino de la razón, de la justicia y de la conveniencia que es le único camino que a todos importa seguir.

Yo he dicho que este Gobierno, como todos los que le sucedan, dará a Cataluña lo que merezca y más de lo que merezca, lo que sea de justicia y algo más de lo que justicia sea, porque eso ha venido sucediendo hasta aquí. Yo he sido gobernante muchas veces, y jamás ha acudido a mí Cataluña ni Barcelona sin que haya hecho lo que me ha pedido y más de lo pedido; como lo han reconocido los mismos catalanes y lo ha reconocido también Barcelona.

Pues lo que he hecho yo a favor de Cataluña, lo han hecho también todos los gobernantes de España, y en ese concepto Cataluña no debe estar agraviada por los actos de los gobernantes, antes al contrario, debe estar agradecida.

Y no he de entrar ahora en discusión con S. S. sobre si las demás provincias de España han aprovechado lo que los Gobiernos han hecho a favor de Cataluña. ¿Para qué hemos de entrar en esa discusión, cuando lo que desea el Sr. Rusiñol es que Cataluña no se separe de las demás provincias y lo que desea es el amor de las demás provincias para Cataluña? Pues no se consigue ese amor pidiendo privilegios y ventajas que no pueden tener y de que no disfrutan las demás provincias. (El Sr. Rusiñol: Lo pedimos para todas.) Que se convenza Cataluña, que mientras ida como piden los pueblos libres, dentro de las leyes, con moderación y con el respeto necesario, obtendrá todo lo que pida, si es de justicia, y en tanto que no afecte a la integridad de la Nación, a la unidad de la Patria y al derecho de las demás provincias. [753]

Yo deseo pues, que este debate concluya en la mejor armonía entre S. S. y los Diputados de las demás provincias de España, que todas son iguales en derechos, iguales absolutamente ante la ley, con los mismos respetos y con la misma influencia que en lugar de estar separadas por líneas, que podrían ser infranqueables, tratándose de lo que quieren unas provincias respecto de otras, no pida Cataluña sino lo que puedan pedir las demás, no desee más ventajas ni más privilegios que los que puedan obtener aquéllas; que, Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona consideren que son hermanas de las otras provincias de España, y no se presenten como organismos que se hacen la competencia para obtener provechos en daño y perjuicio de las demás. Unión, concordia entre todas las provincias de España, eso es lo que yo quiero, y a lo que resueltamente han de encaminarse todos mis esfuerzos.



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